Retratos de un Desorden Habitado (Homenaje a todos los títulos malos del mundo)

Retratos de un desorden habitado .

Frente amí, cuelga una factuara de telefónica reclamada y cobrada a mi favor, como una tarea pendiente. Obviamente, no es esa su condiciónm, sino que llegó un día para quedarse ahí y lo hizo. A su lado un poco más abajo cualga de la pared también el albarán de la empresa que la semana pasada vino a ver que la instalación de gas seguía vivita y coleando (la caldera es otro asunto). Como no puede ser de otra manera, un postit con número de cuenta que no recuerdo de quién es, está ahí colgado sore el fondo amarillo pintado a medias con mi hermana. Un poco más abajo cuelgan una multa y un papel que no sé qué carajo es, pero que también es algo que hay que pagar.

Miro un poquito a la izquierda y veo un arbol de navidad de fibra de carbono que mi mujer ya no quiere poner, porque no le gusta como el primer día, y si sigo mirando un poquito más a la izquierda ahí esta un Yoda de peluche, recordándome que a pesar de las miles de tentaciones que tiene el camino, siempre puede mpermanecer fiel a este lado de la fuerza. Por supuesto el señor Potato vestido de Darth Vader, se encarga de recordarme cada vez que salgo de casa, que si se pasan de la línea siempre se puede aplicar la ley del rulo, pero él no está aquí, aún. (No quiero luchas intergalácticas, mientras navego).

Una caja de sobres de azúcar para el café se ha hecho sueña de la parte superior de un mueble donde se acumulan cajas y ahora ella ocupa esa posición predominante repleta de cables que supongo que serán útiles, pero en su mayoría he olvidado para qué eran.

Y eso es un pequeño y estrecho vistazo a lo que veo en este momento, retratos de un desorden habitado.