Los repechos tocan los cojones que no veas..
En cuanto empiezas a subirlos te roban el aire de los pulmones.
Además, no contentos con eso, extraen maliciosamente las gotas de agua que hidrataban tu piel y las convierten en sudor pegajoso y picante.
Odio los repechos.
Pero odio más las putas despedidas de soltero.
Annapurna, tercer campamento base.
11 de Noviembre del 2008
2 comentarios:
Gontzal-reparito,
pues acudo presta y emocionada a hacer mi primer comentario en tu blog, y me encuentro con una entrada tan tan tán, que no sé como comentar. Así que sin más, te mando un beso
Hola bea... bueno... es solo un microrelato que se me ocurrió a lo tonto haciendo un ejercicio.
Y se me ocurrió ponerlo.
Pero es habitual que mis posts me gusten a mi y poco mas...
En fin.
Un beso muy gordo de los tres!!!
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