Pasadas las siete entran dos jovenes en un bar y empiezan a probar fotuna en la tragaperras, pero la suerte les es esquiva y tras tres horas sin premio la maquina a eso de las diez se apagó.
Los jovenes cabreados se empiezana a quejar al camarero y al responsable del local. Estos llaman al servicio tecnico pero salta el contestador porque es Domingo. El ambiente se caldea, los jovenes quieren su dinero. Asi que el responsable llama a la Ertzaintza. Como en ese momento el bar esta vacio, os jovenes aprovechan y desenchufan la maquina y se la llevan A CUESTAS!!!.
Una tragaperras pesa unos 100 kilos y mide 2 metros.
"Lo arrastraron unos metros por la calle -de hecho, ayer aún eran visibles los surcos que dejó el "traslado" por la acera-, y se dirigieron al portal de un edificio cercano, donde reside uno de los dos jugadores" dijo el encargado del bar.
El rocambolesco espectáculo fue seguido por decenas de vecinos que salieron a las ventanas para comprobar a qué obedecía "tanto alboroto". "La querían subir en el ascensor y esconderla en su trastero". Y en éstas estaban cuando llegó la Ertzaintza. Que les arrestó por un delito de hurto
1 comentario:
¡¡Eso sí que es robar a lo grande, jejeje!!...
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